MALAS TEMPORADAS
Largometraje de ficción – 2005
dirigido por Manuel Martín Cuenca

Malas temporadas es la historia de Mikel (JAVIER CÁMARA), Ana (NATHALIE POZA) y Carlos (EMAN XOR OÑA), enclavada en el corazón de Madrid, personas que se relacionan mientras buscan su lugar en el mundo, un lugar que cada vez se aleja más del idealizado, del que no existe, y la única solución es partir de lo real, para empezar a construirlo. Gente a la que el destino ha terminado llevando por caminos inesperados, y ahora comparten la necesidad de replantearse sus opciones.
En un instituto, en mitad de la clase, un grupo de adolescentes está haciendo un examen. Todos parecen muy concentrados, todos menos uno: Gonzalo, que ha decidido no escribir nada y dejar su hoja en blanco. Le da igual que le suspendan, le da igual que su madre se enfade con él. De hecho, eso es lo que quiere. No sabe por qué, pero no le gusta cómo son las cosas a su alrededor y ha decidido que el mundo se va a parar… al menos, su mundo se va a parar.
No muy lejos de allí, una mujer coge un tren de cercanías: es Ana, la madre de Gonzalo. Como cada mañana marcha a su trabajo en una ONG de ayuda a los refugiados: lo más importante de su vida, lo que ocupa todo su tiempo. Porque su hijo ya es suficientemente mayor para valerse por sí mismo, y el amor… el amor hace tiempo que ya no funciona.
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Mientras, en un descampado en las cercanías del aeropuerto de Madrid, Carlos, un cubano exiliado, ve aterrizar los aviones. Carlos era piloto en Cuba y fue el último amor de Ana. Ahora, ya sólo son amigos. Carlos se dedica a ganarse la vida contrabandeando puros y objetos de arte de la isla: una manera de sobrevivir. Pero, Carlos no está satisfecho con su vida… y sueña con marcharse muy lejos de España.
Al mismo tiempo, un hombre camina por una carretera desolada hasta una parada de autobús. Es Mikel, que acaba de salir de la cárcel. El autobús no aparece, Mikel enciende un puro mientras espera. Es un cigarro especial: un regalo de Pascual, su compañero de celda durante cuatro años. Pascual salió hace más de un año, desde entonces no ha vuelto a saber nada más de él. Ahora, allí, en aquella carretera solitaria, Mikel fuma y piensa en él… en la manera de encontrarlo y ajustar cuentas.
La vida de Ana, Carlos y Mikel se irá relacionando poco a poco. Cada uno tendrá que enfrentarse a sus propios problemas y tomar sus propias decisiones, pero, todos ellos se influirán y se ayudarán. Pasarán una mala temporada, y lucharán por superarla. [/read]

Ficha artística:
Javier Cámara
Nathalie Poza
Eman Xor Oña
Leonor Watling
Pere Arquillué
Fernando Echebarria
Gonzalo Pedrosa
Director:
Manuel Martín Cuenca
Guionista:
Alejandro HernándezManuel Martín Cuenca
Productor Ejecutivo:
Fernando Victoria de Lecea
Dirección de Producción:
Fernando Victoria de Lecea
Director de fotografía:
David Carretero
Montaje:
Ángel Hernández Zoido
Sonido:
Eva Valiño
Nacho Royo-Villanova
Director de arte:
Víctor Molero
Maquillaje y peluquería:
Patricia López (maquillaje)
Mara Collazo (peluquería)
Datos técnicos
Formato de rodaje: 35 mm.
Formato de proyección: 1:2,35
Formato de pantalla: 16/9 anamórfico compatible 4/3
Color / B&N: Color
Duración: 115’
Idioma: Español

Notas del director
Malas temporadas es una película sobre la segunda oportunidad. Personajes que han perdido el norte, que se sienten desorientados y que no son capaces de encajar sus problemas.
Es una historia urbana, pero no pretende tener el tono de una película social; el acercamiento a las historias es mucho más personal y no hay un mensaje explícito. Sin embargo, aunque todos los personajes tengan distintos problemas, comparten el mismo fantasma: el autoengaño. Han creído que, huyendo de lo que les ocurre, no afrontando la realidad que les rodea, pueden evitar sus consecuencias. Su proceso de aprendizaje consiste en aceptarse. No hay una solución al final del camino, sólo una solución en nuestras propias decisiones. En ese sentido, la película aborda, al final, la esperanza, porque siempre es posible encontrar un camino para seguir adelante.
El tratamiento visual no es costumbrista, parte del naturalismo, pero se aleja de él, intentando buscar un tono estilizado en la luz, los encuadres y la puesta en escena. Toda la película está rodada cámara en mano siempre que hay escenas en exteriores o espacios que no pertenecen a los protagonistas. El conflicto, en esos casos, se hace más externo. Sin embargo, en las casas de los tres protagonistas la cámara se sitúa fija y los movimientos son más sutiles: el conflicto es interior, aunque más profundo y más complejo. Es allí donde los personajes deben resolver sus verdaderos problemas. De hecho, es una película de muchos espacios interiores.
La dirección de arte y el tratamiento del sonido va también esa dirección: los elementos se simplifican, los personajes tienen cada uno una gama de colores que los definen y el sonido es sobrio. Los actores han trabajado también esa línea, contenida hasta el clímax de la historia en el que el tratamiento adquiere un cierto tono melodramático. Es el momento en el que las emociones explotan, en el que los personajes pierdan el control de sí mismos, para que luego puedan reflexionar sobre sus propias faltas.
Es una película que no intenta juzgar la realidad que nos rodea, sino explorar nuestra actitud y nuestra mirada sobre ella. Una historia que podría ocurrir en muchas ciudades del mundo, una historia que podría ser la nuestra.
La vida es como jugar una partida, a veces se gana, a veces se pierde. Pero vivir siempre merece la pena. Porque las malas temporadas son sólo el presagio de algo mejor.
Manuel Martín
Notas de los personajes y los actores
<span style=»color: #E57200;»>Ana</span>
<strong>Nathalie Poza </strong>
Ana es buena gente. No se guarda nada para ella. Siempre intenta ayudar a los demás y sabe cómo hacerlo. Su problema es que se olvida demasiado de sí misma.
Nathalie es una actriz que trabaja con el único y el más grande registro: la verdad. No ahorra un solo esfuerzo ni se guarda nada. En ese sentido es igual que su personaje, tiene la misma pasión, la misma bondad que él. Como actriz es un regalo, porque todo lo que tiene te lo da. Experimenta, se deja llevar y aporta. A mí me encanta observarla trabajar, s é que disfruta de cada segundo.
<span style=»color: #E57200;»>Carlos</span>
<strong>Eman Xor Oña </strong>
Carlos no vive en el presente. No está. Huye continuamente y oculta su corazón. Es su manera de sobrevivir.
Eman tenía la fuerza y la mirada para interpretar ese personaje que se oculta detrás de la coraza. Alguien que no está contento con su vida, que no encuentra el lugar donde quedarse y nunca acaba de sentirse relajado. Convirtió a Carlos en un personaje duro y desamparado al mismo tiempo, alguien al que puedes odiar y querer, pero al que siempre acabarás entendiendo.
<span style=»color: #E57200;»>Mikel</span>
<strong>Javier Cámara </strong>
Para Mikel, su gran pasión era el ajedrez, hasta que la cárcel le cambió la vida. Y lo que le ocurrió allí, le convirtió en otra persona. Mikel es un personaje lleno de enigmas. Sus sentimientos se van filtrando poco a poco.
Javier ha sido un Mikel perfecto, no puedo imaginarlo mejor. Con una pasión por su personaje que me dejaba fascinado cada día. Mikel iba creciendo con Javier en cada escena, como si fuera algo natural. Y, sin embargo, yo no diría que Javier es uno de esos actores de los que llamaríamos de “método”, pero es un actor tan honesto que yo me pasaría horas y horas rodando con él.
<span style=»color: #E57200;»>Gonzalo</span>
<strong>Gonzalo Pedrosa</strong>
Se supone que ya tiene edad para comportarse como un adulto pero nadie le ha preguntado si quiere hacerlo. Se siente solo, demasiado solo para hacerlo. Encerrarse en su habitación es su manera de huir.
Gonzalo es la primera vez que actúa, pero tiene dos cualidades hermosas para alguien que quiere ser actor: misterio y mirada. Su personaje necesitaba mucho de ambas. El reto era contar lo que le pasaba sin apenas palabras. Lo hizo como si fuera un actor con experiencia y disfrutó. Creo que esto último fue lo más importante
<span style=»color: #E57200;»>Laura</span>
<strong>Leonor Watling</strong>
Laura se hace daño. Siempre ha sido así, incluso antes del accidente que la dejó paralítica. Por eso comparte su vida con un hombre al que no ama y se enamora del que no es posible.
Leonor es una actriz poderosa: su mirada, su piel… Una mujer que atrapa. En esta película debía interpretar a alguien que podía haber sido una princesa, pero que se desprecia a sí misma. Un personaje doloroso para cualquier actor. Leonor se entregó como si se hubiera puesto una venda en los ojos y se hubiera lanzado al abismo. Fue una actriz valiente.
<span style=»color: #E57200;»>Fabré</span>
<strong>Fernando Echebarría </strong>
Fabré piensa que lo da todo en su amor por Laura y que apenas recibe nada a cambio. Pero, en realidad nunca ha tenido en cuenta los sentimientos de ella, sólo los suyos.
Fernando aportó al personaje emoción, clase e inteligencia. Le dio a Fabré un matiz ambiguo y perturbador que hacía que su personaje estuviera a medio camino entre alguien a quien puedes llegar a temer y alguien que te puede conmover
<span style=»color: #E57200;»>Pascual</span>
<strong>Pere Aquillué</strong>
A Pascual nunca se le pasó por la cabeza que pudiera acabar en la cárcel. Tampoco lo que allí le ocurrió. Ahora quiere volver a su rehacer su vida y olvidarse de todo. En el fondo, tiene mucho miedo.
Pere tiene una fuerza como actor tremenda: su voz, su mirada… sientes que cuando estás delante de él te encuentras delante de alguien que es capaz de generar una energía que te va a atraer. Y, al mismo tiempo, es un actor muy sutil, que debajo de esa fuerza esconde fragilidad y corazón.
- Sinopsis
-
Malas temporadas es la historia de Mikel (JAVIER CÁMARA), Ana (NATHALIE POZA) y Carlos (EMAN XOR OÑA), enclavada en el corazón de Madrid, personas que se relacionan mientras buscan su lugar en el mundo, un lugar que cada vez se aleja más del idealizado, del que no existe, y la única solución es partir de lo real, para empezar a construirlo. Gente a la que el destino ha terminado llevando por caminos inesperados, y ahora comparten la necesidad de replantearse sus opciones.
En un instituto, en mitad de la clase, un grupo de adolescentes está haciendo un examen. Todos parecen muy concentrados, todos menos uno: Gonzalo, que ha decidido no escribir nada y dejar su hoja en blanco. Le da igual que le suspendan, le da igual que su madre se enfade con él. De hecho, eso es lo que quiere. No sabe por qué, pero no le gusta cómo son las cosas a su alrededor y ha decidido que el mundo se va a parar… al menos, su mundo se va a parar.
No muy lejos de allí, una mujer coge un tren de cercanías: es Ana, la madre de Gonzalo. Como cada mañana marcha a su trabajo en una ONG de ayuda a los refugiados: lo más importante de su vida, lo que ocupa todo su tiempo. Porque su hijo ya es suficientemente mayor para valerse por sí mismo, y el amor… el amor hace tiempo que ya no funciona.
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Mientras, en un descampado en las cercanías del aeropuerto de Madrid, Carlos, un cubano exiliado, ve aterrizar los aviones. Carlos era piloto en Cuba y fue el último amor de Ana. Ahora, ya sólo son amigos. Carlos se dedica a ganarse la vida contrabandeando puros y objetos de arte de la isla: una manera de sobrevivir. Pero, Carlos no está satisfecho con su vida… y sueña con marcharse muy lejos de España.
Al mismo tiempo, un hombre camina por una carretera desolada hasta una parada de autobús. Es Mikel, que acaba de salir de la cárcel. El autobús no aparece, Mikel enciende un puro mientras espera. Es un cigarro especial: un regalo de Pascual, su compañero de celda durante cuatro años. Pascual salió hace más de un año, desde entonces no ha vuelto a saber nada más de él. Ahora, allí, en aquella carretera solitaria, Mikel fuma y piensa en él… en la manera de encontrarlo y ajustar cuentas.
La vida de Ana, Carlos y Mikel se irá relacionando poco a poco. Cada uno tendrá que enfrentarse a sus propios problemas y tomar sus propias decisiones, pero, todos ellos se influirán y se ayudarán. Pasarán una mala temporada, y lucharán por superarla. [/read]
- Ficha técnica
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Ficha artística:
Javier Cámara
Nathalie Poza
Eman Xor Oña
Leonor Watling
Pere Arquillué
Fernando Echebarria
Gonzalo PedrosaDirector:
Manuel Martín CuencaGuionista:
Alejandro HernándezManuel Martín CuencaProductor Ejecutivo:
Fernando Victoria de LeceaDirección de Producción:
Fernando Victoria de LeceaDirector de fotografía:
David CarreteroMontaje:
Ángel Hernández ZoidoSonido:
Eva Valiño
Nacho Royo-VillanovaDirector de arte:
Víctor MoleroMaquillaje y peluquería:
Patricia López (maquillaje)
Mara Collazo (peluquería)Datos técnicos
Formato de rodaje: 35 mm.
Formato de proyección: 1:2,35
Formato de pantalla: 16/9 anamórfico compatible 4/3
Color / B&N: Color
Duración: 115’
Idioma: Español - Recorrido
-
Notas del director
Malas temporadas es una película sobre la segunda oportunidad. Personajes que han perdido el norte, que se sienten desorientados y que no son capaces de encajar sus problemas.
Es una historia urbana, pero no pretende tener el tono de una película social; el acercamiento a las historias es mucho más personal y no hay un mensaje explícito. Sin embargo, aunque todos los personajes tengan distintos problemas, comparten el mismo fantasma: el autoengaño. Han creído que, huyendo de lo que les ocurre, no afrontando la realidad que les rodea, pueden evitar sus consecuencias. Su proceso de aprendizaje consiste en aceptarse. No hay una solución al final del camino, sólo una solución en nuestras propias decisiones. En ese sentido, la película aborda, al final, la esperanza, porque siempre es posible encontrar un camino para seguir adelante.
El tratamiento visual no es costumbrista, parte del naturalismo, pero se aleja de él, intentando buscar un tono estilizado en la luz, los encuadres y la puesta en escena. Toda la película está rodada cámara en mano siempre que hay escenas en exteriores o espacios que no pertenecen a los protagonistas. El conflicto, en esos casos, se hace más externo. Sin embargo, en las casas de los tres protagonistas la cámara se sitúa fija y los movimientos son más sutiles: el conflicto es interior, aunque más profundo y más complejo. Es allí donde los personajes deben resolver sus verdaderos problemas. De hecho, es una película de muchos espacios interiores.
La dirección de arte y el tratamiento del sonido va también esa dirección: los elementos se simplifican, los personajes tienen cada uno una gama de colores que los definen y el sonido es sobrio. Los actores han trabajado también esa línea, contenida hasta el clímax de la historia en el que el tratamiento adquiere un cierto tono melodramático. Es el momento en el que las emociones explotan, en el que los personajes pierdan el control de sí mismos, para que luego puedan reflexionar sobre sus propias faltas.
Es una película que no intenta juzgar la realidad que nos rodea, sino explorar nuestra actitud y nuestra mirada sobre ella. Una historia que podría ocurrir en muchas ciudades del mundo, una historia que podría ser la nuestra.
La vida es como jugar una partida, a veces se gana, a veces se pierde. Pero vivir siempre merece la pena. Porque las malas temporadas son sólo el presagio de algo mejor.
Manuel Martín
Notas de los personajes y los actores
<span style=»color: #E57200;»>Ana</span>
<strong>Nathalie Poza </strong>
Ana es buena gente. No se guarda nada para ella. Siempre intenta ayudar a los demás y sabe cómo hacerlo. Su problema es que se olvida demasiado de sí misma.
Nathalie es una actriz que trabaja con el único y el más grande registro: la verdad. No ahorra un solo esfuerzo ni se guarda nada. En ese sentido es igual que su personaje, tiene la misma pasión, la misma bondad que él. Como actriz es un regalo, porque todo lo que tiene te lo da. Experimenta, se deja llevar y aporta. A mí me encanta observarla trabajar, s é que disfruta de cada segundo.
<span style=»color: #E57200;»>Carlos</span>
<strong>Eman Xor Oña </strong>
Carlos no vive en el presente. No está. Huye continuamente y oculta su corazón. Es su manera de sobrevivir.
Eman tenía la fuerza y la mirada para interpretar ese personaje que se oculta detrás de la coraza. Alguien que no está contento con su vida, que no encuentra el lugar donde quedarse y nunca acaba de sentirse relajado. Convirtió a Carlos en un personaje duro y desamparado al mismo tiempo, alguien al que puedes odiar y querer, pero al que siempre acabarás entendiendo.
<span style=»color: #E57200;»>Mikel</span>
<strong>Javier Cámara </strong>
Para Mikel, su gran pasión era el ajedrez, hasta que la cárcel le cambió la vida. Y lo que le ocurrió allí, le convirtió en otra persona. Mikel es un personaje lleno de enigmas. Sus sentimientos se van filtrando poco a poco.
Javier ha sido un Mikel perfecto, no puedo imaginarlo mejor. Con una pasión por su personaje que me dejaba fascinado cada día. Mikel iba creciendo con Javier en cada escena, como si fuera algo natural. Y, sin embargo, yo no diría que Javier es uno de esos actores de los que llamaríamos de “método”, pero es un actor tan honesto que yo me pasaría horas y horas rodando con él.
<span style=»color: #E57200;»>Gonzalo</span>
<strong>Gonzalo Pedrosa</strong>
Se supone que ya tiene edad para comportarse como un adulto pero nadie le ha preguntado si quiere hacerlo. Se siente solo, demasiado solo para hacerlo. Encerrarse en su habitación es su manera de huir.
Gonzalo es la primera vez que actúa, pero tiene dos cualidades hermosas para alguien que quiere ser actor: misterio y mirada. Su personaje necesitaba mucho de ambas. El reto era contar lo que le pasaba sin apenas palabras. Lo hizo como si fuera un actor con experiencia y disfrutó. Creo que esto último fue lo más importante
<span style=»color: #E57200;»>Laura</span>
<strong>Leonor Watling</strong>
Laura se hace daño. Siempre ha sido así, incluso antes del accidente que la dejó paralítica. Por eso comparte su vida con un hombre al que no ama y se enamora del que no es posible.
Leonor es una actriz poderosa: su mirada, su piel… Una mujer que atrapa. En esta película debía interpretar a alguien que podía haber sido una princesa, pero que se desprecia a sí misma. Un personaje doloroso para cualquier actor. Leonor se entregó como si se hubiera puesto una venda en los ojos y se hubiera lanzado al abismo. Fue una actriz valiente.
<span style=»color: #E57200;»>Fabré</span>
<strong>Fernando Echebarría </strong>
Fabré piensa que lo da todo en su amor por Laura y que apenas recibe nada a cambio. Pero, en realidad nunca ha tenido en cuenta los sentimientos de ella, sólo los suyos.
Fernando aportó al personaje emoción, clase e inteligencia. Le dio a Fabré un matiz ambiguo y perturbador que hacía que su personaje estuviera a medio camino entre alguien a quien puedes llegar a temer y alguien que te puede conmover
<span style=»color: #E57200;»>Pascual</span>
<strong>Pere Aquillué</strong>
A Pascual nunca se le pasó por la cabeza que pudiera acabar en la cárcel. Tampoco lo que allí le ocurrió. Ahora quiere volver a su rehacer su vida y olvidarse de todo. En el fondo, tiene mucho miedo.
Pere tiene una fuerza como actor tremenda: su voz, su mirada… sientes que cuando estás delante de él te encuentras delante de alguien que es capaz de generar una energía que te va a atraer. Y, al mismo tiempo, es un actor muy sutil, que debajo de esa fuerza esconde fragilidad y corazón.
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